Tus precedentes familiares y tu historial médico para valorar posibles causas genéticas. Tu contexto psicoemocional y hábitos de vida para evaluar la influencia de la epigenética en el problema.

La hypercortisolemia y el estrés crónico suelen estar asociadas al insomnio. Saber gestionar de forma inteligente la situaciones de mayor tensión emocional se hace crucial para resolver el problema.

La actividad física y el ejercicio pueden contribuir a regular los patrones de sueño. Valoraremos la actividad física que estás desarrollando, y haremos diferentes recomendaciones para que al ritmo que pactemos puedas beneficiarte de esta poderosa herramienta.

La nutrición es esencial para que exista la estabilidad energía que necesita el cuerpo para llevar a cabo todas las funciones del sueño. También nos enfocándose en posibles carencias de vitaminas y minerales, necesidad de detoxificación de metales pesados y estrés oxidativo, que pueden estar afectando tu descanso.

Es vital entender tus patrones de sueño específicos, diferenciando problemas para dormir al inicio de la noche de despertares frecuentes o dificultades para volver a dormir.

Suplementos alimenticios, Nootrópicos, Adaptógenos y algunas hormonas pueden favorecer el proceso de la rehabilitación del sueño.